Curiosidades Publicado el 27.08.2020

Umami, ¡la quintaesencia del sabor!

Seguro que, a veces, te ocurre qué te apetece comer algo, pero no sabes exactamente qué. ¿Será algo dulce o salado? ¿Ácido o con un toque amargo delicioso? O nada de eso... Entonces, tu paladar te está diciendo que quiere experimentar el sabor umami. Si te suena a japonés, vas por buen camino. Ha llegado el momento de que descubras el quinto sabor, el agradable, sabroso, cautivador y único umami.

Un sabor singular que se esconde en infinidad de alimentos

Es cierto, al umami le encanta estar presente en muchos de los alimentos favoritos de los foodies y del gran público, aunque su perfil es misterioso y no todo el mundo lo conoce. Sin embargo, no ha podido ocultarse de la perspicacia de los japoneses, responsables de su descubrimiento y de la generosidad de darlo a conocer al resto de los mortales.

El sabor umami fue identificado por primera vez en 1908 en la Universidad Imperial de Tokio. Se produjo cuando el químico Kikunae Ikeda probó el dashi, un caldo de alga kombu y escamas de pescado seco de sabor muy especial. A través de extensos y laboriosos estudios y análisis, Ikeda había estado tratando de aislar las moléculas que actuaban para dar lugar a ese distintivo sabor, irresistiblemente apetitoso. Finalmente, el científico consiguió aislar la molécula clave para producir el sabor umami. El responsable era un aminoácido, el glutamato monosódico.

Noodles o Fideos Takusen Ramen

Pero, ¿qué es el glutamato monosódico? Es un tipo de sal que se encuentra naturalmente en las nueces, el queso parmesano, las setas, los champiñones, la salsa de soja, los tomates y muchos alimentos más. En realidad, y aquí viene la mayor curiosidad, el glutamato monosódico no tiene sabor. El umami se crea al actuar esta sustancia sobre otros sabores, ya que los potencia. Ahora imagina una sopa de calabaza sola, y otra a la que le añades queso parmesano rallado. Esa es una forma de descubrir el umami, aunque hay otras aún más auténticas.

¡Se te hará agua la boca!

Literalmente. Al detectar el sabor umami, aumenta la secreción salival, a la vez que se te abre el apetito. Además, los alimentos con sabor umami no provocan sensación de saciedad. Piensa en una patata frita. ¿Te puedes comer solo una y parar? Y lo mismo ocurre con platos japoneses como los deliciosos fideos ramen o los udon, que, oh casualidad, saben a gloria cuando los preparan en el restaurante UDON. Empiezas a tomarlos y que nadie se atreva a detenerte hasta que no quede ni rastro de ellos.

Seguro que ahora caes y comprendes cuál es la manera más auténtica de descubrir y saborear el umami. ¡Por supuesto! A través de los platos japoneses más tradicionales. La cocina japonesa añade el glutamato monosódico habitualmente a sus platos y, contrariamente a lo que se creía o se hacía creer en el pasado, este aditivo lo único que provoca es un sabor irresistible en las comidas.

Gyoza

La teoría ya la tienes aprobada. Ahora toca pasar a la práctica, que es aún más fascinante, pues tus papilas tendrán la alegría de reconocer el sabor umami a partir de recetas originales japonesas espectaculares. Entra en la app de Just Eat y pide la mejor comida japonesa a domicilio. Pueden ser unos fideos ramen o udon, unos noodles salteados, una sopa de miso, unas gyozas, unos yakisoba con pollo, carne o frutos del mar o el plato que te apetezca. Pide el plato que más te tiente hoy mismo, porque hoy es el día de tu vida en el cual detectarás al umami sin tener que hacer experimentos en un laboratorio ni en tu cocina. Lo disfrutarás intensamente.