Comida tailandesa: guía práctica para principiantes
Si aún no te has iniciado en el descubrimiento de la cocina tailandesa, permite que te guiemos a través de un viaje de colores, sabores, aromas y texturas apasionante. La diversidad de la comida tailandesa es tal que se necesita mucho tiempo para conocer su inmensa cantidad de platos, y todos son maravillosos. De todas formas, por algo hay que empezar, ¿no te parece? A continuación te contaremos sobre cuatro platos de gran importancia en el menú tailandés, que te adentrarán paso a paso por los asombrosos senderos de la cocina de Tailandia.
La sopa
¡La sopa tailandesa es la bomba! Existen dos sopas aromáticas, sabrosas, intensas y cautivadoras en la gastronomía thai. Se trata de las sopas Tom Ka Kai o Tom Kha Gai y Tom Yam Kung o Tom Yum Goong. La primera que hemos nombrado, la Tom Ka Kai, se prepara básicamente con pollo y leche de coco, además de raíces, hierbas y vegetales. Entre ellos destacan la galanga, la hierba limón, los chiles fritos, los champiñones, las hojas de cilantro fresco y las setas shiitake, entre otros ingredientes. La sopa Tom Yam Kung, por su parte, lleva langostinos y otros ingredientes, que aportan un punto picante y notas cítricas que la convierten en un plato delicioso. Prueba estas sopas sin demora, y ¡te sumergirán en una alucinante experiencia sensorial!
Los noodles fritos
Los noodles o fideos tienen una gran presencia en la cocina asiática. La cocina thai destaca por sus noodles fritos, entre ellos el Pad Thai. Esta receta se elabora con fideos de arroz salteados con huevos y tofu, a los que se añaden una sabrosa salsa de pescado, tamarindo, camarones secos, ajo, chiles y azúcar. Y te los sirven con limón y cacahuetes. Ingresa al mundo de los noodles fritos y déjate seducir por su increíble sabor.
El curry tailandés
Exótico y tremendamente apetitoso, el curry tailandés se desdobla en muchas variedades. Sin embargo, todos tienen como base a la leche de coco, en distintos porcentajes, y prácticamente siempre contienen ajo, comino, galanga y lima kaffir. Visualmente puedes encontrar curry thai verde, amarillo y rojo.
El curry verde o Gaeng Keowwan debe su color a los chiles picantes verdes tailandeses. Su color, textura y sabor son suaves, así que se prepara con pollo o en versión vegetariana. El curry amarillo o Gaeng Karee es el más parecido al de origen indio, aunque es más suave y algo picante. Lleva caldo de pescado, cítricos, cilantro y otros vegetales, y se sirve con pollo, ternera o tofu. El Gaeng Dang o curry rojo tiene sabor intenso, y su color se debe a los chiles secos. Algunas recetas son muy picantes, solo aptos para paladares experimentados.
Hay otras recetas de curry tailandés también situados en el pase de la fama. Entre ellos están el curry Massaman, que suele prepararse con pato, el curry Jungle, una variedad que lleva agua en lugar de leche de coco, y el curry Penang, un tipo de curry rojo que se sirve con cerdo. Sí, intuyes bien, ¡hay que probarlos todos!
Tortilla con arroz
Tan económica que aparece en las cartas de los restaurantes tailandeses con cierta timidez, sin llamar la atención, la tortilla Khai Yad-sai te sorprende, y mucho, nada más la pruebas. La puedes encontrar rellena de cerdo, pollo, ternera, gambas, langostinos u otros ingredientes, y su sabor se potencia cuando se le añaden salsas tailandesas hechas a base de chiles. Cada restaurante la prepara a su manera, y no sabrías con cuál quedarte porque todas son impresionantes. Por cierto, se acompaña con arroz.
Ahora sí, ya sabes por dónde empezar a pedir tu próximo menú tailandés, y si quieres hacerlo desde la comodidad de tu propia casa, hay restaurantes como Padthaiwok que te lo llevarán directamente a la puerta de tu casa. Y esto, ya verás, es solo el comienzo de un enamoramiento de por vida con la fascinante gastronomía tailandesa. Aprenderás a conocerla plato a plato, sus sabores y colorido te irán conquistando cada vez más y jamás la abandonarás.