#MarcaLaDiferenciaPublicado el 17.07.2020

El futuro sostenible de las plataformas digitales: la protección del empleo

La llegada de las plataformas digitales como Just Eat en nuestras vidas ha permitido que nos adaptemos a ciertos cambios significativos en nuestro día a día en los últimos años sin darnos cuenta. 

La rapidez con la que avanza la tecnología y la inmediatez que demanda la sociedad han sido determinantes para la normalización del uso de aplicaciones digitales y la conectividad entre personas. Solo en la UE son ya más de un millón de empresas las que desarrollan su actividad comercial mediante este tipo de plataformas.

Y no hablamos solo de lo que supone tener la facilidad de elegir tu restaurante favorito desde tu móvil, sino también de lo que hay detrás de ello. Un nuevo contexto que nos ha llevado a desarrollar nuevas formas de trabajar compuestas por millones de trabajadores que hacen posible este servicio en España y en el resto del mundo. 

Tanto es así que España lidera el ranking con mayor número de trabajadores en plataformas digitalesy presenta un ecosistema caracterizado por la diversidad del tipo de prestación de servicio, relación laboral, cualificación o tipo de retribución.

Just Eat y el empleo

Just Eat es una de estas plataformas. Nació en el año 2001 con el sueño de conectar usuarios y restaurantes. O lo que es lo mismo: que la gente pueda disfrutar de la comida que les gusta desde cualquier lugar. 

Empezamos a operar en España en el año 2010, y para nosotros siempre ha sido importante garantizar que todos los repartidores con los que trabajamos directamente son trabajadores por cuenta ajena, con todos los beneficios sociales que este régimen implica. Esto refuerza la idea de que, para nosotros, el capital humano es uno de nuestros activos más importantes. Promovemos un modelo de negocio de plataforma digital que es sostenible y que protege los derechos laborales de todos los trabajadores.

sostenibilidad

El reto de una regulación para la protección del empleo

Desde Just Eat estamos convencidos de que la innovación no tiene por qué resultar en precariedad. De hecho, somos un ejemplo de cómo las formas económicas del siglo XXI pueden ser rentables y perfectamente compatibles con la innovación y la protección social de los trabajadores. Somos un operador responsable que practica y promueve un modelo de negocio sostenible en materia económica, laboral y medioambiental porque, para nosotros, la responsabilidad de las empresas trasciende el cumplimiento de la legislación vigente.

Y sabemos que no debemos olvidar de dónde venimos y todo lo que hemos conseguido hasta ahora. Por eso creemos que ese nuevo marco tiene que ser compatible con el Estado de Bienestar propio de los países europeos y sentar las bases del contrato social del siglo XXI. 

Para lograrlo, es fundamental que tanto las empresas privadas como las instituciones públicas colaboremos para encontrar soluciones a los múltiples retos comunes, especialmente, en la economía digital.