La pizza: desde sus orígenes hasta hoy
Siglo XVII, Nápoles. En aquel tiempo agitado y en esa hermosa ciudad hizo sus pinitos la pizza contemporánea. Su historia está llena de momentos memorables. Desde aquellas primeras pizzas napolitanas, esta delicia se ha transformado hasta tal punto que hoy podemos saborear una amplia variedad de masas, realzadas con diversas salsas, ingredientes y toppings. Incluso tienes la posibilidad de pedir a domicilio tu pizza favorita cada vez que te apetece, y hasta puedes montar tu pizza a la medida de la exigencia de su majestad, tu paladar. Vamos a investigar un poco más sobre la larga vida de esta receta, que ha resultado ser una genialidad.
¿Sabes cuál es el verdadero ancestro de la pizza?
El pan. Sí, el pan plano con alguna que otra hierba que se preparaba desde los tiempos del Imperio Romano. Claro que, si pensamos en la pizza como una base de masa tipo pan cubierta de tomate, entonces tenemos que ubicar su nacimiento en el siglo XVII. Sucede que en Europa no había tomates hasta que los trajeron de América, y su consumo comenzó, tal y como puedes intuir, en Nápoles.
Cierto día, un campesino napolitano decidió añadir tomate al pan que tenía para saciar su hambre, y resultó que la combinación lo cautivó. A partir de entonces, muchos napolitanos de clase humilde empezaron a comer su pan de esa manera. Su éxito fue tan grande que derivó en la división del gremio de los panaderos, porque dio origen al gremio de los pizzeros. La pizza se volvió tan popular que la gente se la llevaba a casa para compartir en familia, o la compraba a los vendedores ambulantes y la comía en la calle.
La historia de la plebeya que llegó a la realeza
Y no es que haya sido por trepadora, no, pues la pizza hasta hoy es modesta y está al alcance de todo el mundo. Todo ocurrió en el mes de junio de 1889. En aquel tiempo Raffaele Esposito, el dueño de la "Pizzeria di Pietro e Basta Così", fue convocado para elaborar unas pizzas muy especiales, ya que los reyes Umberto I y Margherita di Savoia estaban de visita en Nápoles y querían probar aquel plato del cual habían oído hablar tan bien.
Raffaele debe de haberse sentido completamente halagado y eso lo inspiró tanto que preparó tres pizzas diferentes. Su intención era darle a la pizza un toquecillo que, actualmente, le llamaríamos gourmet. Sí, como las pizzas gourmet que vienen ganando cada vez más adeptos. Aunque fue la primera vez en la historia que alguien añadió queso a la pizza, en realidad solo una de las tres versiones era una novedad.
La primera variedad que les presentó fue la pizza Mastunicola, elaborada con manteca de cerdo y albahaca, con queso de oveja, basada en una receta muy antigua. La segunda era la pizza Marinara, reina de la sencillez y preparada según la receta original, ya que era solo masa cubierta de tomate, ajo y aceite. Y la tercera, que llamó Monarca, fue la que enamoró a la reina, porque lucía los colores de la bandera italiana con su tomate, su suave queso muzzarella y su aromática y verde albahaca. Gracias al flechazo de la reina, se cambió su nombre por el de pizza Margherita o Margarita.
¡Viva la pizza!
En Just Eat, tenemos toda la suerte del mundo de poder colaborar con algunas de las mayores cadenas de pizzerías del mundo, pero también trabajamos con algunos restaurantes más pequeños que han pasado de unos comienzos humildes a una expansión internacional. Little Caesars, por ejemplo, abrió en Michigan en 1959 y ahora tiene varias tiendas en España. Su menú, aunque simple, ofrece ingredientes de primera calidad y una receta de pizza que viene de unas décadas atrás.
La historia de la pizza es pintoresca e interesante, pero convengamos en que aquellas pizzas remotas no se atreverían a plantar cara a la variedad de opciones que existe hoy en día. Y la facilidad con la que las puedes pedir desde tu casa es un plus fenomenal. Pizzas con bordes rellenos de queso, bases vegetales, pizzas vegetarianas, veganas o perfectas para carnívoros, salsas como la barbacoa que se han infiltrado en el universo pizzero y han tenido un éxito brutal, versiones dulces... y así podríamos seguir con una variedad de pizzas que tiende al infinito y más allá. Si esta colorida historia te ha dado unas ganas irresistibles de zamparte una deliciosa, saludable y nutritiva pizza, todo lo que tienes que hacer es pedirla a domicilio a tu pizzería favorita en Just Eat. Ottimo!