Estamos on firePublicado el 05.08.2011

¿Por qué comer es un placer? Razones de la “Felicidad gastronómica”

¡Que conste en acta que este post ha sido idea de “Comilón”! Nuestro crítico gastronómico se pasa el día diciendo que “comer es un placer”. Así que desde Just-Eat hemos querido indagar un poco más y hoy os traemos algunas razones (físicas, emocionales, culturales, históricas…) que explican porqué nos sentimos un poco más felices cuando saboreamos los alimentos o degustamos los platos que más nos gustan.

Pero comencemos por el principio: estos inicios se remontan ni más ni menos que a la Antigua Roma donde imperaba “el culto al exceso” entre la clase alta como muestra de estatus social y económico. ¡Los antecesores de ”Comilón” debieron ser Emperadores! Y es que en aquel entonces las cenas eran tan abundantes que había quien se inducía el vómito con una pluma de avestruz o de pavo real para poder seguir comiendo. No en vano fue así como surgieron los llamados “Vomitorium” (cuesta creer pero es verídico 😯). Estos eran lugares destinados a que los romanos vomitaran las libras de comida ingeridas. De este modo podían seguir con la fiesta y con el placer de comer.

Más allá de herencias históricas, “comer es un placer” también por razones químicas. Es decir, todo el control lo tiene nuestro cerebro y no el estómago. Al comer, nuestras neuronas segregan una hormona llamada “dopamina” que está asociada con el sistema del placer del cerebro y hace que no podamos controlarnos. Esto tiene mucho sentido si caemos en la cuenta de que la mayoría de nuestras “primeras citas” han transcurrido entorno a una mesa. ¡Pensadlo por un momento! Es la combinación perfecta: sentimos placer al estar junto a una persona por la que nos sentimos atraídos o agusto y a la vez también sentimos placer al comer. ¡Ahora entendemos porqué muchas “citas” terminan como terminan! 😏 Pero volvamos al tema de la comida que por un momento habíamos cambiado de placer. Por cierto, la dopamina también es la responsable de que nos sintamos tan felices después de hacer el amor. Ahí queda dicho.

Es inevitable, una pregunta nos lleva a la otra: ¿por qué hay alimentos que al comerlos nos producen más placer que otros? ¿Por qué a cada persona le produce placer ingerir unos alimentos determinados? Es sencillo. El placer es una sensación subjetiva vinculada a innumerables estímulos, muy diversos para cada persona. Por ejemplo, hay personas que sienten placer al comer un alimento o un plato que les trae recuerdos de la infancia (¡los platos de la mamma!), a otras les evoca momentos felices de su vida y hay quien lo asocia a determinadas emociones. Así que en definitiva, podríamos decir que los alimentos tienen un valor emocional que explicaría porqué las tentaciones se sienten de forma tan particular y porqué en casos en los que uno está agustito y relajado, bien sea porque se encuentra de vacaciones frente a un buffet libre o comiendo en familia, no puede controlar qué y cuanto come. ¿A qué os resultan familiares estas situaciones?😜

Moraleja

Déjate llevar y no te sientas culpable. En lugar de eso intenta disfrutar de cada pequeño momentos de felicidad gastronómica que nos metemos para el pecho, ¡por lo bien que lo hemos hecho! En próximos posts os hablaremos de la relación que existe entre los sentidos (la vista, el olfato, el gusto y el tacto) y el deseo por algunos alimentos.

¿Tenéis algún antojo de comida en estos momentos? ¿Comida china? ¿Italiana? ¿hindú?… En Just-Eat estamos aquí para hacer realidad vuestros deseos gastronómicos. ¡Estáis a tan solo unos clics de sentiros un poco más felices! 😉